miércoles, 19 de mayo de 2010

Obsesion...

Creo entender muchas cosas, cuando en realidad no entiendo nada...
Y ésto es algo que nos pasa a trodos en realidad...
Vivimos llenos de deseos, deseamos aquello que no tenemos, porque si lo tendríamos no lo deseariamos...
Vivimos incompletos, creyendo que siempre todo puede ser mejor, más conveniente, mas felíz...
Sentimos que nada nos alcanza, y cuando todo parece estar estable, tenemos esa necesidad de desestabilizarlo, ponerlo en duda, encontrar la pieza de ese rompecabezas que nos causa un lugar vacío...
Ahi esta la clave, el vacío...
Todo es poco, nada es suficiente, el vacio sigue alli vigente...
Y claro, es nuestra naturaleza que nos hace desear aquello que llene un hueco que creemos tener...
Es entonces cuando nos chocamos con el tema que mas duele, el amor...
Y este tremendo deseo de llenar ese vacío nos conduce a la obsesión...
Amor obsesivo diria yo... "Eros" diria Platón... valla metáfora eso del amor platónico...

El amor es libre, la obsesión presa...
El amor es puro, la obsesión nos ciega...
El amor es transparente, la obsesión nos contamina...
El amor nos da tranquilidad, la obsesión nos altera...
El amor es generoso, la obsesión posesiva, egoísta...

Queremos alquello que tanto deseamos y, obviamente, no tenemos...
Ese deseo nos nubla, nos hace hacer cosas horribles, locas, arriesgadas...
La obsesión intenta tapar ese vacío que en realidad crece y crece...
Nos altera, nos hace perdernos...
Nos condena a castigarnos por no ser capaces de satisfacer ese deseo...
Nos maltrata para recordarnos lo poderosa que es...

Pero cuando ese deseo se cumple, cuando sin darnos cuenta el amor nos golpea la puerta para sacar esa intensa obsesión...
¿Qué es lo que pasa?...
Nos sentimos desorientados, creemos que ese deseo no se cumplió, buscamos la falla donde no la hay...
Y entonces es cuando el amor se nos posa, sopla aquella tormenta obsesiva, y nos ofrece su radiante sol...
¿Y qué hacer?...
Dudamos, nos armamos un escudo, pero tarde o temprano comenzamos a entender que aquel vacío, no era mas que un deseo...

Sentimos que por conocer algo ajeno y no poseerlo nos vaciamos... Nos fragmenta, nos pone al descubierto las falencias, cuando en realidad el conocer lo mucho que no se tiene nos hace apreciar lo que si, e intentar tener logros, sin desear lo inalcanzable, sino conseguir lo posible...

Siempre vivi deseando lo que no me tocaba...
El principe de novela...
La apariencia perfecta...
El carisma ideal...
Ahora tan solo intento poder SER con lo que LOGRO y no buscar los vacíos de rompecabezas, sino interpretar las piezas jugadas correctamente...
Ahora ya no quiero alimentar mis obsesiones, solo quiero armonizarme con mis emosiones...

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