Dejarlo ir..

Es dificil de asumir... Cuesta aceptarlo... Pero en mis momentos de lucidez lo logro entender... Y es que es tan real, tan solo la pura verdad... Si lo quieres dejalo ser... Si lo quieres dejalo ir... Acaso nos creemos dueños de las personas... Pensamos que ellos deben estar sujetos a nuestros sentimientos... Y el hecho de que no sea asi nos desespera... Nos duele soltar los lazos con los que creemos retener a alguien dentro nuestro... Es acaso el egoismo que nos absorbe como un Juan Cruz en nuestro interior... Invade nuestra paz... Nos derrumba el mundo... Es dificil entender que no siempre las cosas se dan, no siempre los sentimientos se comparten, no siempre se es Yin y Yang... Es ahi cuando nos sentimos inmersos en un pantano de impotencia... Cuando soltamos las amarras sentimos que nos caemos del caballo... Toda esa confianza muere como una rosa que se va marchitando... Y nunca falta aquel viejo consejo... El tiempo cura todo, dicen... No tenia que ser, comentan... Cuando menos lo esperes llegara, reiteran... ¿Acaso nadie me entiende?, es todo lo que cruza la mente... Como lineas perdidas de un eje cartesiano vacio... Es que empiezo a creer que no estan en lo correcto... Cuando alguien llega, ya no se va... Cuando una puerta no esta bien cerrada, no se puede abrir otra ignorando la anterior... Es alli donde vuelvo a recordar... Donde hubo fuego cenizas quedan... Que metafora tan simple y compleja... No es facil encontrar un viento tan fuerte que logre quitar aquellas viejas cenizas... Puede que se vallan debilitando... Y llegue el momento donde se las deje ir... Se las deje ser... Se las deje seguir su curso... Pero hay un solo lugar que nadie puede corromper, y donde todo es eterno... Los diccionarios lo llaman recuerdos... Yo prefiero llamarlos momentos eternos... A veces algo de fantasia entra alli tambien... Y nos llena de ilusiones tontas... Valla ingenuas noches de insomnio, ingenuas tontas historias que todos nos inventamos... Algunos mas locos, otros menos... Pero todos queremos ser... Lo que nadie quiere es dejar ir...